El sistema de trabajo en el sector inmobiliario, de la mano de la tecnología y al múltiple oferta en proyectos de desarrollo, han provocado una suerte de colaboración espontánea entre empresas en las que históricamente la competencia se impone.
Si el capital de las inmobiliarias son propiedades, ahora se le suma aspectos más específicos que apuntan a la calidad del agente inmobiliario y a cualidades de políticas empresariales; el valor del servicio ha mutado de perfil, para los que han prestado atención los medios físicos, oficinas de inmobiliarias han disminuido, aunque algunos dicen que es debido al costo de mantener grandes oficinas, en realidad tuvo mucho que ver la oportunidad de atomizar el negocios, repartirlo por la ciudad, la gran oportunidad de adquisición de oficinas, y la oportunidad de una vidriera y medios de comunicación más eficaces: la Internet.
Las ventajas de la Internet y herramientas de comparación no sólo ayudan al inversor, sino también a las inmobiliarias, que de esto modo no solo ajustan mejor sus ofertas, sino que se moderan en expectativas.
A pesar de las pocas operatorias declaradas en años difíciles, en Argentina no han bajado las propiedades, se han mantenido con algo de flexibilidad de financiamiento y oportunidades con emprendimientos constructivos nuevos como para sostenerse en el sector inmobiliario con suficiente aire para seguir operando.
La exclusividad no parece que fuera un propósito, pero para las empresas que decidieron apostar al futuro en los años difíciles, se encuentran en estado de ofrecer grandes propuestas de interés para inversores: el desarrollo urbano complementario con residencias, comercio, deporte, educación, en un combo combinado con el financiamiento que no proveían los bancos.
El crecimiento de operatorias no se vio reflejado en los reportes inmobiliarios, sin embargo alcanzaron para sostener un creciente desarrollo edilicio, barrios cerrados, centros comerciales, centro de entretenimiento.
El valor añadido es el ambiente natural, a pocos minutos de capital federal y sin sus problemas urbanos, energía e inundaciones.
La exclusividad no depende solamente de las propiedades en oferta, sino de la atención y las políticas de desarrollo de la zona.
A nadie a escapado la atención de los inversores en la zona sur, donde se han emprendido importantes proyectos de construcción que combina saneamiento ambiental y tratamiento de fluidos, ha provocado una auge inmobiliario que ha mantenido las estadísticas de operatorias inmobiliarias sostenido en leve alza, año tras año.
Mientras otros países intentan sistemas de colaboración o de profesionalización, en Argentina, la exclusividad sigue siendo un valor importante, sobre todo porque hay zonas geográficas muy favorables en desarrollo urbano.
En los años pasados se han reducido el espacio de las oficinas inmobiliarias, pero han crecido las operatorias, no en volumen, sino en calidad de negocios.
Otro avance ha venido a introducir importantes variables, la profesionalización de los agentes inmobiliarios, quienes no sólo necesitan habilidades para captar, mantener clientes, sino saber desarrollar su potencial con la ayuda e intervención en los nuevos medios, redes sociales y herramientas de análisis de tendencias.
La demanda de propiedades siempre ha sido y es importante en nuestro país, debido a las interesantes propuestas de inversión.
La tecnología provee de muchos elementos importantes, como una base de datos y posibilidad de comparación, luego está la habilidad de las empresas inmobiliarias en conocer el capital con que cuentan sobre todo cuando se puede comparar al de las grandes capitales de preferencia entre inversores.
Miami es una plaza en alza, por sus cualidad geográficas, en Argentina, en la zona sur con residencias de alta gama, rodeada de lagos y acceso a Capital a pocos minutos, las conveniencias en inversión es uno de los factores que ha provocado el auge en la zona sur.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.